“No
existe música cristiana, ni secular; la música es música”
Sergio
Gordillo es uno de los bateristas que integran el grupo de alabanza en la
Comunidad Cristiana Manantial de Vida Eterna, sede Soacha. Lleva alrededor de
unos ocho años sirviéndole a Dios a través de la música.
E:Z.B ¿Cómo
conoció usted de Dios?
R:S.G Tuve
el privilegio de nacer en un hogar cristiano, pero esto no me quitó la
oportunidad de tener un momento en mi vida para decidir y convencerme de que él
era la única razón para vivir y de que quería seguirlo.
E:Z.B ¿En qué
momento descubre su talento y su inclinación por este instrumento?
R:S.G Yo
recuerdo que mi papá tocaba el piano en la iglesia donde asistíamos y a mí
siempre me ha llamado la atención la música, por todo lo que veía en él y
aparte mi mamá cantaba. Cuando los acompañaba a los ensayos descubrí que me
gustaba y entonces imitaba al baterista para ir aprendiendo. Resulta que un día
él no fue, así que me subí y empecé a “chucurrusquiar” con la batería, y a
pesar de que la gente me animó estoy seguro que lo hice muy mal, pero empecé a
evolucionar; eso paso hace mucho tiempo atrás.
E:Z.B ¿De qué
forma entrena su talento?
R:S.G Los días
miércoles tenemos técnica y práctica, ese día se ensayan los temas que se
tocarán el domingo o algún otro culto que se tenga programado. También debemos
participar los sábados del devocional, este es más para el crecimiento
espiritual en todo el ministerio de alabanza. Igual independientemente de estos
ensayos semanales, cada uno debe tener una rutina de estudio personal, en la
que practica y evoluciona en los conocimientos que ya tiene.
E:Z.B ¿Qué
experiencia positiva o negativa le ha aportado su vida artística?
R:S.G Pues
negativa no, pero sí que en el momento pudo ser frustrante, pero que a la larga
trajo crecimiento. Recuerdo que en algún momento cuando llegué a la iglesia me
encontré con un nivel musical y espiritual al que no estaba habituado, así que
me tocó esforzarme mucho, me frustraba, me sentía triste, lloraba y decía que
no iba a ser capaz, se me complicaban muchas cosas; además que me acomplejaba
por otros músicos.
Pero esto
formó en mí, disciplina, constancia y perseverancia, trayendo así experiencias
positivas que vivo diariamente, no solo en el pulpito, sino en todas mis áreas.
E:Z.B En la
sociedad se habla de una división musical cuando se incluye la vida en Cristo,
¿Qué opina usted sobre la separación entre música cristiana y música secular?
R:S.G Yo
pienso que no existe la música cristiana, ni tampoco la música secular, la
música es música. Lo que si existen son artistas, en el caso de nosotros, aquí
nos llaman salmistas, pero en si desempeñamos un arte. Consiste en que nosotros
al ser cristianos tenemos una filtración con el Señor y esto hace que nuestro
arte sepa, huela y oiga a evangelio, esto es lo que nos hace diferentes.
E:Z.B ¿Entonces
cuál es su género musical favorito?
R:S.G Me gusta
mucho el pop, aunque escucho de todo.
E:Z.B Y
me imagino que debe inclinarse hacia alguno artista en espacial.
R:S.G Entre
los artistas que componen su música para la iglesia escucho, Ingrid Rosario,
pero también me gusta enriquecerme con otro tipo de música, por ejemplo: el
Jazz o algunos bateristas como; Chard Smith que es mi favorito.
E:Z.B ¿Se ve o
ha planeado estar en otros escenarios fuera de los pulpitos?
R:S.G Digamos
que yo estoy desempeñando el ministerio no solo en la iglesia, sino también
afuera, es casi que mi oficio en todo tiempo, entonces ahorita estoy en un
proyecto con unos compañeros y la visión es poder ejercerlo en otros campos
para seguir llevando el evangelio a través de la música.
E:Z.B Veía hace
unos minutos que compartía con su familia, ¿alguna vez ha compuesto algo para
ellas?
R:S.G Sí, en
algún momento una canción, una melodía, o de repente la niña no se quiere
dormir, entonces le canto una canción. “Tenga piedad, tenga piedad, tenga
piedad de sus pobres padres, tenga piedad, tenga piedad y duérmase ya”.
-Mientras todos sus compañeros, incluyéndome, soltamos la risa-.
Al
finalizar la entrevista me bendijo y sin duda alguna sus respuestas me
aclararon otro aspecto en la vida cristiana, en ocasiones nos convertimos en
dogmáticos de la religión y olvidamos la esencia de la verdad en Dios.